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La estigmatización de José Bretón, bipolar

Aníbal Malvar 27/10/2011 (06:00h)

José Bretón está encarcelado como presunto responsable de la desaparición, el pasado día 8 en Córdoba, de Ruth y José, sus hijos de seis y dos años. José Bretón padece trastorno bipolar. Dos circunstancias que no tienen, en absoluto, ninguna relación. Lo afirma la doctora en Psicología Ana González Isasi, especializada en trastorno bipolar y diseñadora de una innovadora terapia que combina la asistencia farmacológica con el tratamiento psicológico grupal.

“Todos los psicólogos con los que trabajo estamos comentando estos días la desaparición de los niños de Córdoba. No estamos de acuerdo con que la prensa haya aireado que Bretón padece trastorno bipolar. Decir públicamente eso es perjudicar a las personas que padecen esta enfermedad. Es alimentar el estigma. La gente con trastorno bipolar no tiene por qué ser violenta, peligrosa o conflictiva. Insinuar que Bretón haya hecho desaparecer a sus hijos porque es bipolar es tan absurdo como decir que, como también es cordobés, los hijos de todos los cordobeses están en peligro”, asegura Isasi.

A las 18.30 de pasado 8 de octubre, Bretón denunció, visiblemente nervioso, la desaparición de sus hijos a dos agentes de la policía local que patrullaban en las cercanías del parque cordobés de Cruz Conde. Diez días más tarde, era detenido como presunto responsable de los hechos a causa de las numerosas contradicciones en que incurrió durante la reconstrucción de lo sucedido. Desde el primer momento, los agentes sospecharon de él por la extraña actitud, distante e indiferente, que mostraba Bretón. Había llegado a preguntar cuándo lo dejarían en libertad alegando que quería ver un partido de fútbol… El 22 de octubre, el juez que instruye el caso ordenó su ingreso en prisión incondicional por desaparición y simulación de delito. Inmediatamente después, el abogado de Bretón, José María Sánchez de Puerta, desveló que su defendido padecía trastorno bipolar, que carecían de pruebas para acusarlo, y que debía ser puesto en libertad inmediatamente.

Carmelo Rodríguez es uno de los pacientes que ha participado en las terapias de la doctora Isasi. Padece trastorno bipolar y recomienda a la policía “que trate a Bretón con mesura. Que no lo pongan muy nervioso. Es posible, si es culpable, que cuando hiciera desaparecer a los niños se encontrase en fase maniaca aguda. En ese caso, puede ser verdad que no recuerde nada. Hay gente que, cuando está en esa fase de la enfermedad, es capaz de comprarse un piso o de apostar todo lo que tiene en un casino y después no recordar absolutamente nada”.

Nada que ver con la violencia

Sin embargo la violencia no es, ni mucho menos, un rasgo definitorio del trastorno bipolar. “Se puede ser violento  si está sin medicación durante un estado maniaco y ha consumido bebidas o drogas, igual que cualquier otra persona”, continúa Rodríguez. “A mí me acaba de destrozar el coche otro conductor. Hoy mismo. Yo no he gritado ni me he puesto como una fiera. Hemos rellenado los papeles del seguro y listo. Ha sido un accidente. Ni me he enfadado con él. ¿Qué se le va a hacer? Mucha gente que no padece el trastorno bipolar sí se hubiera puesto a gritar, agresiva o violenta. Yo no, no tiene nada que ver la violencia con esta enfermedad”, añade.

El trastorno bipolar es una enfermedad bio-psico-social causada por un desequilibrio químico cerebral que se trata, esencialmente, con litio. Los que la padecen alternan, sin motivo aparente, estados de euforia con periodos altamente depresivos que pueden conducir, incluso, al suicidio. De hecho, el juez ha decretado para José Bretón vigilancia las 24 horas para evitar que se autolesione.

“Violencia y trastorno bipolar no tienen nada que ver”, insiste la doctora Isasi. “Yo he tratado a más de un centenar de pacientes en los últimos diez años y puedo decir que, de hecho, en general son más hipersensibles y afectivos”.

Respecto a la atención que debe recibir José Bretón en la cárcel, la doctora Isasi añade: “Supongo que Bretón ya ha sido  valorado por un psiquiatra o un psicólogo clínico para saber si está en fase maniaca, en fase depresiva o estable. Pero lo ideal, y no sé si se está haciendo,  sería que lo estuvieran tratando también los mismos psiquiatras y psicólogos que lo atendían antes de la desaparición de los niños. Conviene tener una visión no solo transversal, sino longitudinal, de lo que le ha pasado a este hombre. Hay que saber qué personalidad previa tenía, qué episodios ha sufrido… Esto facilitaría confrontar los hechos actuales con el paciente y que declarase la verdad”.

Desde la desaparición de sus hijos el día 8, José Bretón ha ofrecido versiones de los hechos totalmente contradictorias. En primer lugar, se declaró inocente; después, insinuó su culpabilidad alertando de que nunca se conocería el paradero de Ruth y José; luego, adujo que aun no estaba preparado para confesar; más tarde, acusó a su esposa -con la que está en trámites de separación- de ser la responsable de la desaparición de los niños; finalmente, afirma que no recuerda nada. Llegó incluso a preguntarle a los funcionarios que lo custodian la razón por la que se encuentra encarcelado.

Personalidad antisocial

“Puede ser que tenga una personalidad de tipo antisocial”, aventura la doctora Isasi. “También puede ser que estuviera deprimido, o en un episodio maniaco con síntomas psicóticos... Pero si su actitud es de frialdad, falta de empatía o dureza, como dice la policía, seguramente es más bien muestra de personalidad antisocial. O quizá de psicopatía. Las versiones contradictorias no tienen nada que ver con su trastorno bipolar. Yo he tratado a personas que han cometido un crimen y han reaccionado de la misma forma: es que no me acuerdo bien del todo, es que no estoy preparado para decir por qué lo hice… Son reacciones que tienen que ver más con un trastorno antosicial de personalidad, con una psicopatía, que con el trastorno bipolar”.

“Se me ocurre que quizá estuviera en fase maniaca cuando hizo desaparecer a sus hijos y que ahora no se acuerde. Quizá ni él sabría explicarlo”, añade Carmelo Rodríguez. “Este hombre estaba separándose. A lo mejor, el estrés causado por esta situación es el que le ha llevado, si realmente es culpable, a hacer desaparecer a sus hijos”.

Ante la pregunta de si es posible que se conjugue el trastorno bipolar con una personalidad psicopática, la doctora Isasi asegura que “por supuesto que es compatible, pero no especialmente habitual”. Lo cierto es que no es común conocer a psicópatas por la calle y lo mismo ocurre entre gente que tiene trastorno bipolar, ya que los porcentajes son similares. “Lo que sucede es que, si un psicópata padece trastorno bipolar, estos rasgos de personalidad se pueden agudizar durante los episodios maniacos”, añade.

Finalmente, Rodríguez insiste en la necesidad de desestigmatizar la enfermedad que padece: “Siempre que aparecen noticias de este tipo, no me parece bien. Decir que Bretón es bipolar no añade nada al interés informativo de la noticia. Si padeciera cáncer, sería exactamente igual de relevante contarlo: cero. No tiene nada que ver que sea bipolar con el hecho de que, presuntamente, pueda haber hecho desaparecer a sus hijos. El trastorno bipolar es una enfermedad muy diferente de la esquizofrenia o que el trastorno de la personalidad, por ejemplo. La bipolaridad no es de las enfermedades más agresivas o conflictivas”, concluye.

(Ana G. Isasi es autora de las obras Trastorno bipolar: el enemigo invisible y Ojos que sí ven. Soy bipolar, ambas publicadas por la editorial Desclée de Brower).

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