Psicoeducación
La Psicoeducación es un método por el cual el paciente y la familia se informan, se convencen, se fortalecen y se educan sobre la enfermedad que les afecta.
Forma parte esencial de la buena práctica terapéutica en el TB, ya que ha demostrado su eficacia en la prevención de recaídas y de ingresos.
Entre las ventajas de la Psicoeducación están:
- No tiene interferencias con el modelo médico.
- Tiene un bajo coste (tratamiento limitado en el tiempo, que se imparte en grupo – no hay que definir subtipos de pacientes-).
- Permite la detección precoz de síntomas.
- Permite la regularización de hábitos.
- Mejora el cumplimiento terapéutico.
- Mejora el manejo de los síntomas y la resolución de los problemas.
¿Qué es la Psicoeducación?
Consiste fundamentalmente en los cambios cognitivos y conductuales que se producen en el paciente por el conocimiento de su enfermedad. Su carácter es netamente preventivo y por ello solo válido en fase de eutimia o al menos fuera de agudizaciones.
Aspectos técnicos.
El número ideal del grupo está entre 8 y 12 pacientes (unos 15, ya que abandonan un 25% por recaída, trastorno comórbido de la personalidad o dependencia de sustancias). No se deben incluir pacientes esquizoafectivos.
El terapeuta debe ser un médico que tendrá formación para aclarar las cuestiones técnicas que surgirán durante las sesiones y que además podrá asumir con responsabilidad.
En cuanto al material irá en función de los medios. Puede valernos una simple pizarra y, como no, los más aventajados medios audiovisuales. Al final de cada sesión se debe dar un resumen escrito.
Las sesiones pueden ser semanales de 90 minutos, con 15 minutos iniciales para cuestiones nuevas o atrasadas, la exposición y 30 minutos finales de discusión abierta.
Objetivos: reducir las recaídas y mejorar el manejo de la enfermedad mediante
- Aceptar el diagnóstico (tomar conciencia de enfermedad)
- Detectar precozmente los nuevos episodios (los síntomas prodrómicos).
- Cumplir el tratamiento (Fomentar la adherencia al tratamiento).
- Controlar el estrés.
- Evitar el abuso de sustancias.
- Regular el estilo de vida.
- Prevenir el suicidio.
- Aumentar el conocimiento y el afrontamiento de las consecuencias psicosociales pasadas y venideras.
- Mejorar la comunicación social.
- Afrontar los síntomas residuales y el deterioro.
- Aumentar el bienestar.
Fuente: B.A.O.-Málaga