Este exoesqueleto está dirigido a fomentar la recuperación de niños y niñas con parálisis cerebral. Se trata de un dispositivo robótico, el primero en el mundo a nivel pediátrico, creado en Madrid y disponible en muy pocas provincias españolas.

En ASPACE Granada, está a disposición de los usuarios de entre 3 y 12 años. Al principio el exoesqueleto se utiliza en modo automático, de modo que los niños puedan habituarse e ir desarrollando el tono muscular, necesitando cada vez menos asistencia por parte del dispositivo.

Además del propio hecho de permitir a los usuarios erguirse y caminar, el uso del exoesqueleto trae consigo beneficios a largo plazo, como intencionalidad de movimiento, la capacidad de mantenerse de pie, fortalecimiento de la musculatura, correcto desarrollo de la cadera, al alineamiento del eje corporal, al buen funcionamiento del aparato digestivo y respiratorio, etc.