El laboratorio Lundbeck lanzará asenapina, un antipsicótico sublingual que mejora la tolerabilidad del perfil metabólico en pacientes con trastorno bipolar I.
En el marco del Simposio “Focus on CNS Disorders 2011”, organizado por Lundbeck en Atenas, la Dra. Natalie Rasgon, del Centro de Neurociencias para la Salud de la Mujer y del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Escuela Universitaria de Medicina de Standford, ha señalado que los pacientes con trastorno bipolar I “tienen más susceptibilidad para padecer síndrome metabólico, por lo que se debe tener en cuenta este riesgo a la hora de indicar la medicación para este desorden”, teniendo en cuenta que el 46,8 por ciento de estos pacientes no recibe la medicación adecuada.
La asenapina (Sycrest), que Lundbeck tiene previsto lanzar a lo largo de 2011, para el tratamiento de moderado a severo de episodios maniacos asociados con el trastorno bipolar I en adultos, es un antipsicótico sublingual, de rápida absorción, y con una eficacia equiparable a los ya existentes, pero a corto y largo plazo mejora la tolerabilidad del perfil metabólico.
Según ha indicado el Dr. Roger McIntyre, del Hospital Toronto Western, diversos estudios demuestran su eficacia. Él mismo ha señalado que “Asenapina se va a indicar como tratamiento complementario al litio o al ácido valproico en pacientes con trastorno bipolar I que no habían respondido completamente al tratamiento con estabilizadores del estado de ánimo y que han mejorado significativamente sus síntomas de manía en comparación con el tratamiento continuado con un estabilizador de ánimo solamente. Los significativos beneficios del tratamiento con asenapina fueron observados durante la segunda semana del estudio y se mantuvieron durante 52 semanas. Asenapina tiene mínimo potencial para interacciones entre fármacos”. De este modo, Asenapina, según los estudios llevados a cabo, ha sido bien tolerada en pacientes con trastorno bipolar I y tuvo un bajo impacto en el peso de los pacientes y síntomas extrapiramidales y una baja propensión a influir en los parámetros metabólicos.
El síndrome metabólico se caracteriza por la presencia de obesidad, intolerancia a la glucosa, dislipemia e hipertensión e incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo II. La esperanza de vida de estos pacientes es 20 por ciento más baja (la edad media de fallecimiento se sitúa entre los 61-76 años) debido a estas comorbilidades con otros desórdenes severos de salud, ha señalado. La Dra. Rasgon, asimismo, ha confirmado que “las mujeres tienen más riesgo de padecer obesidad y síndrome metabólico que los hombres con una importante susceptibilidad a la enfermedad cardiovascular y a otras enfermedades mentales”, de ahí la importancia del uso de asenapina.