La importancia de conocer la enfermedad
La psicoeducación en pacientes con trastorno bipolar evita la aparición de recaídas y este beneficio no es únicamente debido al mejor cumplimiento terapéutico.
Para un paciente con diagnóstico de trastorno bipolar (y para sus familiares) es fundamental conocer en qué consiste la enfermedad y cómo afrontarla; entre otras cosas, porque esto permitirá un adecuado cumplimiento del tratamiento así como también contribuirá a una detección temprana de probables síntomas de recaída evitando de esta manera posibles ingresos hospitalarios.
En el año 2003, Francesc Colom, miembro online pharmacies del Programa de Trastornos Bipolares del Hospital Clínico de Barcelona presentó un estudio con un considerable número de pacientes (120) en el que se demostró el importante efecto de la psicoeducación en la prevención de todo tipo de episodios.
El seguimiento fue de dos años, tras los cuales los pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar tipo I o II que habían recibido psicoeducación y tratamiento farmacológico habían sufrido un número significativamente menor de recaídas en comparación con el grupo que había recibido una intervención más grupal pero no estructurada junto con el correspondiente tratamiento farmacológico.
El siguiente paso era comprobar si la eficacia de la psicoeducación estaba relacionada únicamente con una mejoría en el cumplimiento del tratamiento. Para este segundo estudio se contó con la participación de 50 pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar tipo I pero teniendo en cuenta que SÓLO fueran pacientes con un adecuado cumplimiento farmacológico. Es decir, la única diferencia entre ellos era que un grupo había recibido psicoeducación de manera estructurada y el otro grupo no.
A los dos años de seguimiento, nuevamente se puso de manifiesto la importancia de la psicoeducación en la prevención de episodios tanto depresivos como maníacos.
Por lo tanto, se puede afirmar con evidencia que la psicoeducación juega un rol muy importante en la eficacia profiláctica de los trastornos bipolares, lo que justifica sin duda alguna su inclusión en la práctica clínica.